Causas y como evitarlo
Es probable que más de alguna vez te hayas encontrado con una tensión superficial sobre techos o paneles de metal, lo cual es común y frecuente, ¿sabes porque?
La tensión superficial es inherente al producto en sí, que tiende a comportarse como una deformación moderada que afecta la parte estética que se observa en forma de ondas o arrugas en las áreas planas de los techos y paneles de revestimiento de metal. Y aunque no afecta lo funcional, su presencia es indeseada y difícil de evitar.
Principales causas que pueden derivarse de factores durante la producción, almacenamiento, manipulación o instalación:
- Expansión y contracción del metal
- Sujetadores muy apretados generando una tensión desigual en el panel
- Sustrato desnivelado
- Cuando la base no es plana
- Asentamiento de una estructura
- Manejo incorrecto de paneles metálicos en el almacenamiento y/o transporte
- Perfilado
Cómo mejorar el aspecto de la tensión superficial?
- Paneles de colores más claros
- Acabados mate en lugar de acabados brillantes
- Menos visible en paneles corrugados vs paneles de junta alzada
- Techos que no reciben luz solar directa
- Preferir los paneles corrugados que permiten ocultar las ondulaciones visibles
- Cuanto más ancho sea el panel, más probable es que aparezca
- Antes que el panel se oxide, es más fácil de identificar
¿Cómo intentar minimizar la tensión superficial?
- Utilice un metal de calibre más pesado: cuanto menor sea el número de calibre, más grueso será el panel.
- Utilice un panel corrugado, no plano.
- Endurecimiento de costillas y estrías de refuerzo, que no necesariamente implican un mayor costo.
¿Debo seguir usando techos de metal si hay tensión superficial en ellos?
Si bien se pueden tomar precauciones para evitar la tensión superficial, no hay forma de garantizar que esto no ocurra, ya que es inherente al metal. Sin embargo, existe una serie de factores mencionados anteriormente, que pueden ayudar a disfrazar su presencia.
La tensión superficial es tan solo un problema estético que a simple viste no se percibe, pero que no tiene ningún tipo de impacto en la longevidad, durabilidad o rendimiento de su techo. Por tanto, esto no debería afectar en la decisión de invertir en un techo que tendrá aproximadamente una vida útil de 40 a 60 años.-
El metal ofrece muchos beneficios, donde el principal es que se caracteriza por ser uno de los materiales para techos más duraderos.
